¿Qué mantenimiento debemos dar a los cierres enrollables metálicos?

Esta es una pregunta que se hacen muchas personas, aunque todo depende del tipo y modelo de cierres que tengamos instalado.

Para disfrutar de una puerta enrollable metálica en perfecto estado, hay que procurar que los componentes de la misma se encuentren en buenas condiciones.

 

Mantener manualmente y sin ayuda los cierres automáticos enrollables

En ocasiones, intentamos hacer cosas por nosotros mismos como engrasar las puertas con grasa pensando que los cierres se deslizarán mejor por las guías laterales. Sin embargo, con esto lo único que conseguimos es que el paso de las guías se haga más estrecho por culpa de la densidad de la grasa y a que, con el paso del tiempo, se le puedan adherir partículas de tierra y elementos externos.

La forma ideal de mantener los cierres enrollables automáticos es emplear grasa líquida en spray. El engrasado ha de hacerse cada trimestre o cuatrimestre, tiempo suficiente para que la puerta enrollable tenga un uso normal. En el caso de que tenga acceso al eje de la puerta, lo ideal sería que engrasase las poleas, pero únicamente el punto de rozamiento con el eje, y nunca engrasar los muelles, ya que al no tener rozamientos con otros elementos no hace falta echarles y solo conseguiríamos que la grasa quedase incrustada sobre ellas.

El motor de las puertas enrollables no precisa de mantenimiento alguno. Están lubricados internamente y su funcionamiento se basa en una correa dentada la cual no hace falta mantener.

Lo que si hay que vigilar con cierta periodicidad es que el eje de enrollamiento se encuentre en perfecto estado, ya que si no es así los fallos de funcionamiento se producirían con mayor periodicidad, lo que puede dar lugar a accidentes.

 

Avería más frecuente de estos automatismos y su solución

El 90% de las averías en las puertas de garaje automatizadas se encuentran en el cuadro de maniobra, la pila de los mandos automáticos o simplemente porque la puerta no sube al pulsar el botón porque no hemos quitado la cerradura previamente.

En cuanto hayamos comprobado estos aspectos, pasamos a numerarle la avería más común en las puertas enrollables.

Si la puerta se encuentra más baja por uno de sus lados se deberá, probablemente, a que alguno de sus muelles se ha desprendido o ha perdido presión. El remedio sería volver a tensar el muelle que se encuentra más bajo y si se ha roto algo sustituirlo. Ya sea el equipo de reparación o mantenimiento de cierres metálicos enrollables, esto hay que hacerlo inmediatamente para evitar males mayores.

A su vez, este incidente puede aparecer por dos causas:

  • La primera es que haya un exceso de grasa en las guías. Habrá que limpiarlas bien. Muy fácil de solucionar.
  • La segunda, más difícil de arreglar, es que haya alguna polea rota que se esté enganchando con el rozamiento en el eje. En este caso, no quedará más remedio que sustituirla por otra nueva.